sábado, 9 de mayo de 2009

NECESIDAD



Necesito el silencio
que cae del cielo
cuando el velo de la noche
aún no se despliega
en todo su esplendor.

Necesito el susurro
del viento nocturno
que silba entre las ramas
fragantes y tiernas
de un almendro en flor.

Necesito sentir
el vuelo de las aves
que silenciosas se elevan
buscando un horizonte
de luz crepuscular.

Necesito sentir
la luz de tus pupilas
para mirar el mundo
con la mirada clara
que nos deja el amor.

EL TRICICLO



El triciclo en el patio,
qué solito que está,
esperando a su dueña
que muy pronto vendrá.

Mil momento felices
junto a ella vivió;
en la plaza, en la calle
la vida les sonrió.

El pequeño triciclo
sólo tiene un temor:
que ella haya crecido
y que tenga otro amor.

Pesadillas horribles
invaden su dormir,
en bicicletas veloces
ve a su niña venir.

Sin embargo la duda
pronto se disipó;
su pequeña niñita
hasta el patio llegó.

Muy feliz y contenta
al triciclo subió,
y con carreras locas
nuevamente jugó.

GUITARRA



En tus cuerdas de plata
se encierra el alma de Chile
y en tu cuerpo de nogal
vibra el sentir nacional.

Caudno rasgueas cachimbos
el nortino se estremece
vuelan pañuelos al viento
y el desierto gris florece.

Sus penas el campesino
las transforma ne emoción
y en sus cuerdas esas penas
son lágrimas hechas canción.

De tu alma musical
salen gorjeos de pájaros
de aquellos bosques sureños
cuajados de lluvia y sol.

Guitarra, guitarra mía,
tienes sabor a tonada
cuando rasgueas la cueca
eres el alma de Chile
bailando en las enramadas.

SOL DE PRIMAVERA



Sol de primavera
que doras viñedos
y endulzas las uvas
que calman mi sed.

Quisiera encerrarte
con tus resplandores
llevarte a las fosas
donde falta luz.

Inundar los valles,
los ríos, los montes
llegar a las casas
que no tienen luz.

Sol de primavera
eres un pintor
pintas durazneros
y almendros en flor.
Si la vida surge
bajo tu calor
permite que siempre
florezca el amor.

EL TIEMPO



Mi pequeña nieta
de ojos almendrados,
me pidió muy tierna
que le diera el tiempo.

Era un relojito de arena
lo que ella quería,
y su cara de seda
se iluminó al tomarlo.
Y desde ese instante
controla mi tiempo.

Con reloj en mano
muy seria me dice
-se acabó tu tiempo-
y yo sé que es cierto:
el tiempo se acaba
siempre tan de prisa
cuando estoy con ella.

¿Te regalo tiempo?
me dice risueña
y da vuelta su pequeño reloj.
¡Bendita inocencia!
¡Lo cree tan fácil!
Misntras una lágrima
recorre mi rostro.

Mi adorada niña
no sabes que el tiempo
transcurre... y no vuelve.

FIESTA



Qué fiesta tuvieron las hojas
con la ventolera de ayer tarde:
subiendo,
bajando,
arremolinándose.
Parecían hermosas danzarinas
bailando una sinfonía
en el gran escenario de la calle.
Mis ojos eran
estusiasmados espectadores
de ese espectáculo singular.
Y, por instantes mágicos
quise ser una hoja más
de ese bello conjunto.
Pero, el viento helado
se burló de mí;
enfrió mi alma...
Me impidió volar.

OLVIDO



Mi viejo camino que un día olvidé
quisiera encontrarme a tu lado otra vez.
Dejé que la hierba creciera feraz
borrando las huellas que por él dejé.

Por ese camino ayer me alejé
como nube de enero etérea y fugaz,
mis pasos errantes ansiosos de andar
lo cubrieron de ausencia y de soledad.

La hierba sombría que a tu vera creció,
quisiera arrancarla sin dejar raíz
despejar la senda que un día extravié
y volver por ella para ser feliz..