domingo, 8 de agosto de 2010

COMENZAR


Ya no es fácil caminar como antes
para encontrar nuevos senderos.
No se puede mirar otro horizonte
cuando los pies buscan un espacio
donde apoyarse y descansar.

Siento un frío intenso
que adormece mi cuerpo,
la lluvia de junio
entorpece mis manos.

Pero sé que pronto
llegará la primavera;
el aromo gritará su esperanza,
el almendro tendrá capullos blancos,
revivirán los sueños que compartimos.
Volveremos al comienzo del camino
sintiendo el aroma de la tierra
y nuevamente mi sangre adormecida
despertará con fuerzas
en esta nueva dimensión del tiempo.